En clase,estamos trabajando las emociones. Todos los días en la asamblea, el encargado del día coloca su nombre en el quesito que indica el estado emocional en el que se encuentra,explicando porque se siente así.
Es importante aceptar nuestras emociones, ser conscientes de porqué se tienen y para que sirven.
Cuántas veces hemos dicho a los niñ@s: “No te enfades”, “Deja de llorar”, “No deberías estar nervioso” .Negar sus propias emociones genera un gran problema para los niños al provocar una lucha contra ellas y no aceptarlas. Recordemos que los niños son grandes maestros en la atención plena y la frustración, la ira o el miedo que sienten es muy real. Valida sus emociones y hazles saber comprender su tristeza o su enfado. Eso les ayudará a aceptarlas desde el presente.
Podemos enseñarles a reconocer el origen y la utilidad de sus emociones con preguntas como: ¿De dónde viene tu enfado?”¿Cómo se siente tu cuerpo cuando estás enojado? ¿Te ayuda a algo ese enfado? Charlar de todo esto con cariño, escuchándoles y haciéndoles pensar, les crea una visión mucho más consciente de su estado emocional.
Como dice la canción, cuando estoy enfadado, cuento hasta 10 y me tranquilizo.